NO MAS!

¿Qué puede haber más viscoso y pedante que una patota de pequeños burgueses frustrados y con complejo de culpa tratando de limpiar su mala consciencia mientras gritan consignas “comprometidas y consecuentes”?

Las marchas ciudadanas de buena voluntad y como ver llover. Actos de buena voluntad y patadas de ahogado, vanos intentos de alejar el miedo, novelería frívola que distrae exitosamente a la gente. ¿Es que el acto poético y simbólico de salir a gritar consignas y pintarse la cara va a detener el perfecto funcionamiento de una maquina política diseñada con el único propósito de oprimir, dominar, alienar y perpetuarse en el poder? Las elites dominantes agazapadas detrás de sus políticos a sueldo, negligentes y torpes, ven esto y se ríen. Y son los mismos marchantes los que obcecadamente los eligen en cada periodo y repiten la perorata absurda de las prácticas y hábitos sociales y del nacionalismo trasnochado.